Te imaginas que C fuera nuestra?
C es una niña de 15 años, amiga de nuestra sobrina. Juegan juntas al tenis y un sábado las llevamos a un partido. Ya nos partimos de risa con ella. Es la frescura y la naturalidad personificada. Es una niña que cuando la ves con qué claridad te mira, ya te hace sonreír, como ahora, que escribo con la boca de oreja a oreja.
Sé que Laquetecuén hubiera querido tener hijos, yo hace unos años no, y ahora no diría que no con esa rotundidad. Ahora sí que lo hubiéramos hecho, probablemente adoptando. Pero ya somos mayores y yo vivo en un armario que tiene las puertas muy pequeñas. Tenemos unos padres de los que intentamos estar pendientes y que muchas veces se comportan como niños, pero no es lo mismo, claro que no es lo mismo.
De momento tenemos la sonrisa abierta de C., su tenis y sus botas de futbol (porque también juega al futbol la puñetera).
Sí, querida mía, no te das cuenta que desde que me lo has dicho, no hago más que imaginar cómo sería nuestra vida si tuviéramos a C. en casa, si C. fuera nuestra….
Es maravilloso tener una C, o una D, o una M, o una P en la vida. Estoy feliz por mi G y mi P. ¿No os animáis a ir a por una?
ResponderEliminarCandela, me imagino que es maravilloso tener a tus dos chicas y hacerlas vivir tu normalidad. Creo que seas y te hagan feliz, y te envidio, pero sólo a ratos. Por eso no me animo.
ResponderEliminarpufff pues yo os presto a mi E cuando querais, qué cansina es!!! jajajajaaaaaaaa
ResponderEliminaryo tampoco me arrepiento, pero parece la condición humana pensar que hubiera sido si...????
(y a ese armario, ¿no le puedes reventar las puertas de una patada?)
Farala, la condición humana debe ser así y así somos.
ResponderEliminar(de ese armario con las puertas tan pequeñas hablaré algún día)
Salud y gracias porque vengais a esta mi casa