Levántate temprano por la mañana y decide que hace mucho frio y que no bajarás a la playa a coger agua.
Desayuna y baja al perro, mientras piensas que tampoco hace tanto frío, que no puedes hacerte la remolona con esa buena amiga.
Coge el coche, conduce hasta la playa y aparca.
Arremangate los pantalones del chandalillo, descalzate, baja las escaleras y pisa la arena para acercarte al mar.
Cágate en todo por lo fría que está la tierra y corre hacia el mar. Entra en él.
Agachate y con decisión intenta abrir el frasco que te has traído para llenarlo de agua de mar. Una vez abierto, llénalo de agua y dirigete tierra adentro
Cágate hasta en tu amiga porque con los pies mojados, la arena no sólo está fría como antes, ahora está heladora (mientras te agachas para rebuscar en tierra alguna concha...). Llega corriendo hasta donde tienes los playeros, los coges y te vas hasta el coche.
Coje la botella de agua que por previsión has llevado y sientate en un banco para lavarte los pies. Sécalos con la toalla que por previsión también has llevado.
Luego sólo te queda encontrar una botellita mona.
Pon dentro el agua y la coquina.
Habrás triunfado.
Desayuna y baja al perro, mientras piensas que tampoco hace tanto frío, que no puedes hacerte la remolona con esa buena amiga.
Coge el coche, conduce hasta la playa y aparca.
Arremangate los pantalones del chandalillo, descalzate, baja las escaleras y pisa la arena para acercarte al mar.
Cágate en todo por lo fría que está la tierra y corre hacia el mar. Entra en él.
Agachate y con decisión intenta abrir el frasco que te has traído para llenarlo de agua de mar. Una vez abierto, llénalo de agua y dirigete tierra adentro
Cágate hasta en tu amiga porque con los pies mojados, la arena no sólo está fría como antes, ahora está heladora (mientras te agachas para rebuscar en tierra alguna concha...). Llega corriendo hasta donde tienes los playeros, los coges y te vas hasta el coche.
Coje la botella de agua que por previsión has llevado y sientate en un banco para lavarte los pies. Sécalos con la toalla que por previsión también has llevado.
Luego sólo te queda encontrar una botellita mona.
Pon dentro el agua y la coquina.
Habrás triunfado.
Después de lo de "temprano","fría" "heladora"... has triunfado muchísimo más jeje, te lo digo yo...
ResponderEliminarBonito detalle.
Besos.Lenteja
El detalle fue precioso. Si, la arena estaba muy fría. Me lo repetisteis varias veces durante el fin de semana, pero estaba tan onnubilada por el regalo que hasta hoy no había reparado en que te metiste en el agua para traerme el Mediterráneo. Te metiste en el agua!!!!
ResponderEliminarEs el mejor regalo que me han hecho nunca. Cada vez que lo pienso me emociono.
Os quiero.
Claro, es que si no dices cómo fue matar al dragón de las siete cabezas, no se sabe el calibre del regalo :)
ResponderEliminarUn detalle muy bonito y una muchacha muy feliz!!!
Bueno, pero el Mediterráneo es soportable. Ya sabéis que el Cantábrico (que no deja de ser el Atlántico) no lo es ni en agosto. Y es un detalle precioso.
ResponderEliminarmás maja que las pesetaaas, qué detalle!
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