Yo respiraba en
un tiovivo sentimental porque todo daba vueltas a mi alrededor, y los colores
se confundían muchas veces. Como cuando vives un sueño y las cosas cuando las
recuerdas no parecen realidad. Así vivía yo.
Mi pareja de
entonces era en sí misma una montaña rusa siempre al borde del precipicio, y me
arrastraba en sus alucinaciones a una vida que tampoco era la que me correspondía,
ni la que yo necesitaba, pero que en aquel momento me tenía atrapada.
Y la vida empezó
a cambiarme un mes de marzo, cuando conocí a Laquetecuén. Como muchas de
nosotras, el conocimiento fue virtual, el chat de Chueca, y por Dios juro que
di con ella el primer día que entré.
Tardamos tiempo
en vernos, o por lo menos así me lo parecía. La ciudad elegida fue Salamanca. Y
el tren en el que venía hacía parada en Valladolid, así que yo me fui directa a
Valladolid y allí cogí su tren, y ese tren nos conocimos, y no paramos de
besarnos y de llorar, y de acariciarnos, y de mirarnos, y de llorar, y de
llorar, y de llorar…( y ante tanta tristeza, añado que podemos sustituir estos últimos
llantos por otro verbo de idéntica conjugación y silabidad, pero ya en el hotel, claro está).
Y llegamos al
hotel y en nuestra vida hubo tres días locos con sus locas noches, sin dormir y
sin desesperar. Sin parar de hablar con todas las partes de nuestros cuerpos,
sin parar de desearnos y volvernos locas al tenernos. Fueron tres días
completos en los que las mochilas de penas y daños se fueron descongestionando.
No hubo fotos, no lo escribimos para mejor recordarlo, nos queda el sentimiento,
el sabor lejano, el retrogusto….
Y nos volvimos
cada una a nuestra casa. Ese tren se hizo cada vez más pequeño y ella se
marchaba en él. Y nos quedaba aún más de un año de llanto, viajes, deseo, hasta
que se construyó este amor que nos tenemos y que va creciendo con el tiempo.
San Luis, San
Paulino, Santa Agripina, San Juan... fueron los santos de cada uno de los días que
estuvimos juntas por aquel entonces, y hoy 21 de junio es San Luis Gonzaga, igual que
hace 11 años.
Ohhh qué bonito! Lo de ir a buscarla al tren en el que venía... qué maravilla!
ResponderEliminarLo ideal hubiera sido no decirle nada y sentarme a su lado como una pasajera más, pero soy una bocazas y no me aguanté
EliminarNo estás sola.
ResponderEliminarAcuérdate de aquel frío y ya lejano invierno.
Entonces te juré: nunca más dejaré que estés sola.
Cómo te llamaré para que entiendas...
Déjame que te guarde y que te esconda.
Déjame ser tu escondite y tu refugio
Déjame ser tu sueño y tu reposo.
Que yo velo cuando tú duermes
No me enseñes más los tuyos apenados.
La tristeza no debe ser cosa nuestra.
Tu abrazo es mi abrazo, tu vida mi vida.
Porque sin ti mis pensameintos son calvarios
Tu vida es mi alegría y es mi huerta.
Tus sueños mi cultivo y mi esperanza.
Y a veces mi cabeza es un desastre
Perdóname por ir así, buscándote.
Un regalo que me regalaron...
Carolina Coronado, Cervantes, Miguel Hernandez, Pedro Salinas... todo para ti...
Eliminarhay q bonito yo kiero un amor asi saludos :) <3
ResponderEliminares una suerte encontrarlo...
Eliminar¡¡Anda que si te callas y os quedais sin llorar!!!
ResponderEliminarFelicidades por ese amor creciente.
Mejor no haber callado y haber llorado mucho, mucho
EliminarPrecioso pero no paro de pensar en los pasajeros viendo os llorar y abrazar os y llorar y llorar....( Salamanca fue la ciudad donde superex y yo nos escapamos a los pocos días de enrollar nos, a una pensión de mala muerte de la que no salimos en oh guess what? 3 días)
ResponderEliminarLa verdad es que ni siquiera me fijé en los pasajeros, pero supongo que debió ser un espectáculo (nosotras salimos del hotel sólo para comer, que si no nos fallaban las fuerzas)
Eliminar¡Qué bonito! me has hecho recordar ese primer beso en el aeropuerto de Monterrey cuando mi güera fue a visitarme... :))))
ResponderEliminar¡Felicidades!
También tuvo que ser algo precioso, verdad?
EliminarSiempre, vaya momentazo! Bravo por las dos.
ResponderEliminarJomari!! qué bonito...pero esa historia me la cuentas en vivo y en directo en una semana vale?
ResponderEliminarme alegro por vosotras. Todavía os queda mucho santoral para ir poniendole momentos.
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